viernes, 11 de noviembre de 2016

Homero Aridjis, presunto coautor de Pedro Páramo

Homero Aridjis y su perro
Un conocido escritor de novelas me dijo alguna vez, en charla de sobremesa, que el reconocido poeta Homero Aridjis había sido, en secreto, coautor de Pedro Páramo. Desde entonces el rumor me lo han repetido algunas personas, mas o menos confiables, sin que halla encontrado ninguna evidencia real al respecto.
Los tiempos coinciden: Aridjis fue director de la escuela mexicana de escritores en la época en que Juan Rulfo fue becario del instituto y escribio su obra maestra, y en teoría, pudo ser el co escritor de una de las mejores novelas del mundo.
la mejor poesia mexicana
Homero Aridjis Fuentes (sin relación con Carlos Fuentes) es autor de algunas novelas de mediano éxito, como Ciudad de zombis y ¿En quién piensas cuando haces el amor? y cabe señalar que su estilo está muy lejos del universo de Rulfo.

Quizá fue un corrector de estilo de lujo, o un consultor destacado, el caso es que este hombre sobresale como poeta de las generaciones del boom.
¿Será Homero Aridjis otro fantasma de Comala? la eternidad lo dirá.

Poemas más famosos de Homero Aridjis

Cae la lluvia sobre junio

Cae la lluvia sobre junio
El espíritu de la mujer que ama
corre en tu cuerpo...
se desnuda en las calles

La vida en los rincones
sostiene el equilibrio del mundo
con un algo de Dios que asciende de las ruinas

Los hijos del hombre hacen su universo
sobre un barco de papel que se destroza
pero la alegría no está precisamente allí
sino en la proyección de otro universo

Nada debe detenerse
volverá septiembre y después abril
y los amigos que no acudieron esta primavera
estarán con nosotros en un invierno previsible

Amo este tiempo
donde los perros son sagrados
y los insectos titubean en los vidrios

Te amo a ti por efímera por susceptible al frío

La ciudad se ilumina para nuevas proezas

Un poema de amor



Cuando hable con el silencio
cuando sólo tenga una cadena
de domingos grises para darte
cuando sólo tenga un lecho vacío
para compartir contigo un deseo
que no se satisface ya con los cuerpos de este mundo
cuando ya no me basten las palabras del castellano
para decirte lo que estoy mirando
cuando esté mudo de voz de ojos y de movimiento
cuando haya arrojado lejos de mí
el miedo a morir de cualquier muerte
cuando ya no tenga tiempo para ser yo
ni ganas de ser aquel que nunca he sido
cuando sólo tenga la eternidad para ofrecerte
una eternidad de voces y de olvido
una eternidad en la que ya no podré verte
ni tocarte ni encelarte ni matarte
cuando a mí mismo ya no me responda
y no tenga día ni cuerpo
entonces seré tuyo
entonces te amaré para siempre.

A Betty


Y Dios creó las grandes ballenas
allá en Laguna San Ignacio,
y cada criatura que se mueve
en los muslos sombreados del agua.

Y creó al delfín y al lobo marino,
a la garza azul y a la tortuga verde,
al pelícano blanco, al águila real
y al cormorán de doble cresta.

Y Dios dijo a las ballenas:
"Fructificad y multiplicaos
en actos de amor que sean
visibles desde la superficie

sólo por una burbuja,
por una aleta ladeada,
asida la hembra debajo
por el largo pene prensil;

que no hay mayor esplendor del gris
que cuando la luz lo platea.
Su respiración profunda
es una exhalación".

Y Dios vio que era bueno
que las ballenas se amaran
y jugaran con sus crías
en la laguna mágica.

Y Dios dijo:
"Siete ballenas juntas
hacen una procesión.
Cien hacen un amanecer".

Y las ballenas salieron
a atisbar a Dios entre
las estrías danzantes de las aguas.
Y Dios fue visto por el ojo de una ballena.

Y las ballenas llenaron
los mares de la tierra.
Y fue la tarde y la mañana
del quinto día.

A veces uno toca un cuerpo y lo despierta...


A veces uno toca un cuerpo y lo despierta
por él pasamos la noche que se abre
la pulsación sensible de los brazos marinos

y como al mar lo amamos
como a un canto desnudo
como al solo verano

Le decimos luz como se dice ahora
le decimos ayer y otras partes

lo llenamos de cuerpos y de cuerpos
de gaviotas que son nuestras gaviotas

Lo vamos escalando punta a punta
con orillas y techos y aldabas

con hoteles y cauces y memorias
y paisajes y tiempo y asteroides

Lo colmamos de nosotros y de alma
de collares de islas y de alma

Lo sentimos vivir y cotidiano
lo sentimos hermoso pero sombra.

martes, 30 de agosto de 2016

Sor Juana Inés de la Cruz, mucho más que hombres necios

La redondilla, es una forma de verso octosílabo, formado por cuatro versos de ocho silabas, con rima asonante ABBA. Mientras el octasilavo es el verso más común en la música popular como el folk, el tango, la balada y el country, el tipo de rima que usa la redondilla la convierten en una figura dificíl, que muchas veces pierde el sentido o termina por usar rimas cacofonicas (vease a MC Dinero)
Hacen falta verdaderos dotados para crear más de una redondilla con significado, balance y belleza. Y en ese departamento, sobresale Juana Inés de Asbaje y Ramírez de Santillana, más conocida como sor Juana Inés de la Cruz.
La poetisa es mencionada como la favorita por muchas feminizis, liberales y posers, que muchas veces no conocen más que su más famosa redondilla:
"Hombres necios que acusáis
a la mujer sin razón,
sin ver que sois la ocasión
de lo mismo que culpáis"

Sor Juana más que hombres necios

Sin embargo, la escritora de Nepantla demostró una capacidad sorprendente para crear versos con metrica perfecta, observar la realidad de su tiempo con agudeza, y pasar a la inmortalidad como la novena musa, cosa que le se sentaba muy bien.
Escribió más de diez mil sonetos, algunos de los mejores son:

COGIÓME SIN PREVENCIÓN


Cogióme sin prevención
Amor, astuto y tirano:
con capa de cortesano
se me entró en el corazón.
Descuidada la razón
y sin armas los sentidos,
dieron puerta inadvertidos;
y él, por lograr sus enojos,
mientras suspendió los ojos
me salteó los oídos.

Disfrazado entró y mañoso;
mas ya que dentro se vio
del Paladión, salió
de aquel disfraz engañoso;
y, con ánimo furioso,
tomando las armas luego,
se descubrió astuto Griego
que, iras brotando y furores,
matando los defensores,
puso a toda el Alma fuego.

Y buscando sus violencias
en ella al príamo fuerte,
dio al Entendimiento muerte,
que era Rey de las potencias;
y sin hacer diferencias
de real o plebeya grey,
haciendo general ley
murieron a sus puñales
los discursos racionales
porque eran hijos del Rey.

A Casandra su fiereza
buscó, y con modos tiranos,
ató a la Razón las manos,
que era del Alma princesa.
En prisiones su belleza
de soldados atrevidos,
lamenta los no creídos
desastres que adivinó,
pues por más voces que dio
no la oyeron los sentidos.

Todo el palacio abrasado
se ve, todo destruido;
Deifobo allí mal herido,
aquí Paris maltratado.
Prende también su cuidado
la modestia en Polixena;
y en medio de tanta pena,
tanta muerte y confusión,
a la ilícita afición
sólo reserva en Elena.

Ya la Ciudad, que vecina
fue al Cielo, con tanto arder,
sólo guarda de su ser
vestigios, en su ruina.
Todo el amor lo extermina;
y con ardiente furor,
sólo se oye, entre el rumor
con que su crueldad apoya:
"Aquí yace un Alma Troya
¡Victoria por el Amor!"

VERDE EMBELESO


Verde embeleso de la vida humana,
loca esperanza, frenesí dorado,
sueño de los despiertos intrincado,
como de sueños, de tesoros vana;

alma del mundo, senectud lozana,
decrépito verdor imaginado;
el hoy de los dichosos esperado,
y de los desdichados el mañana:

sigan tu sombra en busca de tu día
los que, con verdes vidrios por anteojos,
todo lo ven pintado a su deseo;

que yo, más cuerda en la fortuna mía,
tengo en entrambas manos ambos ojos
y solamente lo que toco veo.

sábado, 6 de agosto de 2016

Octavio Paz, El ganador del Nobel bajo el ala de Salinas

Alfred Nobel se hizo millonario explotando una idea sencilla: mezclar el explosivo más poderoso conocido en su tiempo, con tierra negra, para evitar que explotara accidentalmente la mayor parte del tiempo. La dinamita lo convirtió en uno de los hombres más adinerados del mundo, y se usó para matar miles de personas solo en sus primeros años. La culpa hizo a Nobel establecer el premio que lleva su nombre, dota a cada una de sus cinco categorías con poco menos de un millón de dólares cada año, lo cual lo hace uno de los premios más cotizados.

octavio paz y Carlos salinas de gortari

Octavio Paz, el primer Nobel de México

Nacido el 31 de marzo de 1914 en el barrio de Mixcoac, Octavio Paz es uno de los baluartes de las letras mexicanas del siglo XX. Su íntima relación con las letras comenzó con la extensa biblioteca propiedad de su abuelo, al igual que los artículos de corte político publicados por su padre durante la Revolución Mexicana.

Paz comenzó a escribir a corta edad. Antes de los 25 años, ya había fundado las revistas literarias y de arte Barandal y Taller, además que a los 17 ya había publicado su primer poemario, Mar de día, seguido de Luna silvestre, publicado a los 19. A los 25, ya era considerado el poeta capitalino más prometedor, dirigiendo la revista Vuelta. Viajero constante, Paz fue cronista de tierras y costumbres lejanas geográficamente, pero con una estrecha unión cultural con su tierra, sus costumbres y su idiosincrasia. El laberinto de la soledad, ensayo en donde Octavio Paz describe gran parte de las bases de la identidad mexicana, convive con otros textos como Vislumbres de la India, una crónica que recrea el pasado milenario de la cultura hindú, al igual que las traducciones a la poesía milenaria del chino Chuang- Tzu.

"Su apasionada escritura de amplios horizontes, caracterizada por su inteligencia sensible e integridad humana" declaró la Academia Sueca en 1990, al otorgarle el Premio Nobel de Literatura, siendo hasta ahora el único mexicano y el quinto latinoamericano en recibir dicho galardón.

"Soy apenas un episodio en la historia de nuestra literatura, la transitoria y fortuita encarnación de un momento de la lengua española"

Octavio Paz, sus poemas más famosos

Sin duda, la obra más famosa de Paz sea el segundo capitulo de El laberinto de la soledad, conocido popularmente como "los hijos de la chingada". personalmente, mi obra favorita del autor es el cuento "Mi vida con la ola" sin embargo, cabe señalar que el Nobel le fue concedido por su obra poética, sin que los jueces mencionaran nunca sus ensayos.

Acabar con todo

Dame, llama invisible, espada fría,
Tu persistente cólera,
Para acabar con todo,
Oh mundo seco,
Oh mundo desangrado,
Para acabar con todo.
Arde, sombrío, arde sin llamas,
Apagado y ardiente,
Ceniza y piedra viva,
Desierto sin orillas.
Arde en el vasto cielo, laja y nube,
Bajo la ciega luz que se desploma
Entre estériles peñas.
Arde en la soledad que nos deshace,
Tierra de piedra ardiente,
De raíces heladas y sedientas.
Arde, furor oculto,
Ceniza que enloquece,
Arde invisible, arde
Como el mar impotente engendra nubes,
Olas como el rencor y espumas pétreas.
Entre mis huesos delirantes, arde;
Arde dentro del aire hueco,
Horno invisible y puro;
Arde como arde el tiempo,
Como camina el tiempo entre la muerte,
Con sus mismas pisadas y su aliento;
Arde como la soledad que te devora,
Arde en ti mismo, ardor sin llama,
Soledad sin imagen, sed sin labios.
Para acabar con todo,
Oh mundo seco,
Para acabar con todo.



Al pintor Swaminathan


Con un trapo y un cuchillo
Contra la idea fija
Contra el toro del miedo
Contra la tela contra el vacío
El surtidor
La llama azul del cobalto
El ámbar quemado
Verdes recién salidos del mar
Añiles reflexivos
Con un trapo y un cuchillo
Sin pinceles
Con los insomnios con la rabia con el sol
Contra el rostro en blanco del mundo
El surtidor
La ondulación serpentina
La vibración acuática del espacio
El triángulo el arcano
La flecha clavada en el altar nego
Los alfabetos coléricos
La gota de tinta de sangre de miel
Con un trapo y un cuchillo
El surtidor
Salta el rojo mexicano
Y se vuelve negro
Salta el rojo de la India
Y se vuelve negro
Los labios ennegrecen
Negro de Kali
Carbón para tus cejas y tus párpados
Mujer deseada cada noche
Negro de Kali
El amarillo y sus fieras abrasadas
El ocre y sus tambores subterráneos
El cuerpo verde de la selva negra
El cuerpo azul de Kali
El sexo de la Guadalupe
Con un trapo y un cuchillo
Contra el triángulo
El ojo revienta
Surtidor de signos
La ondulación serpentina avanza
Marea de apariciones inminentes.
El cuadro es un cuerpo
Vestido sólo por su enigma desnudo.

martes, 26 de julio de 2016

Jaime Sabines, el priista romántico, por el que las chicas saltaron en tu cama

Jaime Sabines, Biografía mínima

El poeta nacido en Chiapas es uno de los más accesibles de la literatura universal.
Sus poemas son sumamente accesibles, la gran mayoría de ellos son fáciles de comprender, líricos, y es fácil sentir empatía con ellos. Sus detractores por otro lado, alegan que solo es considerado uno de los mejores poetas mexicanos por haber sido un artista del sistema: eternamente alineado con los gobiernos priistas, partido con el que incluso llegó a ser diputado federal por Chiapas. Esta actitud es entendible a la luz de que el poeta fue hijo de un general que participó en la revolución mexicana y lo crió con amor a la literatura y fe en el sistema que el partido terminaría por corromper.

Fumador empedernido, rompe con el esquema de los poetas románticos, al comenzar a escribir poemas profesionalmente estando casado y con cuatro hijos.

Si Freud tenía razón, los mejores poetas escriben poesía como acto de seducción, Sabines es el arquetipo del psicoanalista: sus textos, aunque románticos,tienen muchas veces un toque de sensualidad que los ha hecho uno de los preferidos de los seductores, como demuestran las altas ventas se sus poemarios durante varias décadas, a veces en ediciones carisimas que delatan su uso como regalos.
También, Jaime Sabines es infame como uno de los peores declamadores de la historia, por su voz fantasmal, monótona y avejentada.

Sus poemas más famosos


Los amorosos

Sin duda, el poema más popular del yucateco, nos habla de unos seres etéreos que buscan incansablemente, como todos

Los amorosos callan.

El amor es el silencio más fino,
el más tembloroso, el más insoportable.
Los amorosos buscan,
los amorosos son los que abandonan,
son los que cambian, los que olvidan.
Su corazón les dice que nunca han de encontrar,
no encuentran, buscan.

Los amorosos andan como locos
porque están solos, solos, solos,
entregándose, dándose a cada rato,
llorando porque no salvan al amor.
Les preocupa el amor. Los amorosos
viven al día, no pueden hacer más, no saben.
Siempre se están yendo,
siempre, hacia alguna parte.
Esperan,
no esperan nada, pero esperan.
Saben que nunca han de encontrar.
El amor es la prórroga perpetua,
siempre el paso siguiente, el otro, el otro.
Los amorosos son los insaciables.
Los que siempre -¡qué bueno!- han de estar solos.

Los amorosos son la hidra del cuento.
Tienen serpientes en lugar de brazos.
las venas del cuello se les hinchan
también como serpientes para asfixiarlos.
Los amorosos no pueden dormir
porque si se duermen se los comen los gusanos.

En la obscuridad abren los ojos
y les cae en ellos el espanto.

Encuentran alacranes bajo la sábana
y su cama flota corno sobre un lago.

Los amorosos son locos, sólo locos,
sin Dios y sin diablo.

Los amorosos salen de sus cuevas
temblorosos, hambrientos,
a cazar fantasmas.
Se ríen de las gentes que lo saben todo,
de las que aman a perpetuidad, verídicamente,
de las que creen en el amor como en una lámpara de
inagotable aceite.

Los amorosos juegan a coger el agua,
a tatuar el humo, a no irse.
Juegan el largo, el triste juego del amor.
Nadie ha de resignarse.
Dicen que nadie ha de resignarse.
Los amorosos se avergüenzan de toda conformación.

Vacíos, pero vacíos de una a otra costilla,
la muerte les fermenta detrás de los ojos,
y ellos caminan, lloran hasta la madrugada
en que trenes y gallos se despiden dolorosamente.

Les llega a veces un olor a tierra recién nacida,
a mujeres que duermen con la mano en el sexo,
complacidas,
a arroyos de agua tierna y a cocinas.

Los amorosos se ponen a cantar entre labios
una canción no aprendida.
Y se van llorando, llorando
la hermosa vida.

La luna

Un poema con tintes surrealistas que recuerda la obra de remedios varo, y tiene el atractivo de prometer un buen morir.

La luna se puede tomar a cucharadas
o como una cápsula cada dos horas.
Es buena como hipnótico y sedante
y también alivia
a los que se han intoxicado de filosofía
Un pedazo de luna en el bolsillo
es el mejor amuleto que la pata de conejo:
sirve para encontrar a quien se ama,
para ser rico sin que nadie lo sepa
y para alejar a los médicos y las clínicas.
Se puede dar de postre a los niños
cuando no se han dormido,
y unas gotas de luna en los ojos de los ancianos
ayudan a bien morir


Pon una hoja tierna de la luna
debajo de tu almohada
y mirarás lo que quieras ver.
Lleva siempre un frasquito del aire de la luna
para cuando te ahogues,
y dale la llave de la luna
a los presos y a los desencantados.
Para los condenados a muerte
y para los condenados a vida
no hay mejor estimulante que la luna
en dosis precisas y controladas

Espero curarme de ti en unos días

Espero curarme de ti es el poema por el que conocí a Sabines y con el que se puede identificar casí cualquiera que haya tenido una desilusión amorosa.

Espero curarme de ti en unos días. Debo dejar de fumarte, de beberte, de pensarte. Es posible. Siguiendo las prescripciones de la moral en turno. Me receto tiempo, abstinencia, soledad.

¿Te parece bien que te quiera nada más una semana? No es mucho, ni es poco, es bastante. En una semana se puede reunir todas las palabras de amor que se han pronunciado sobre la tierra y se les puede prender fuego. Te voy a calentar con esa hoguera del amor quemado. Y también el silencio. Porque las mejores palabras del amor están entre dos gentes que no se dicen nada.

Hay que quemar también ese otro lenguaje lateral y subversivo del que ama. (Tú sabes cómo te digo que te quiero cuando digo: “que calor hace”, “dame agua”, “¿sabes manejar?”, “se te hizo de noche”…Entre las gentes, a un lado de tus gentes y las mías, te he dicho “ya es tarde”, y tú sabías que decía “te quiero”.)

Una semana más para reunir todo el amor del tiempo. Para dártelo. Para que hagas con él lo que tú quieras: guardarlo, acariciarlo, tirarlo a la basura. No sirve, es cierto. Sólo quiero una semana para entender las cosas. Porque esto es muy parecido a estar saliendo de un manicomio para entrar a un panteón.

Los mejores poetas mexicanos hacen a las chicas saltar en tu cama
Los mejores poetas mexicanos hacen a las chicas saltar en tu cama. Foto, Karen Plata